OhMy

OhMy.ca

    ¡Oh, Dios mío! ¡Esta zorra acaba de comerse mi polla y ha tenido la desfachatez de decir que era demasiado grande para metérsela por el gaznate! No sé de dónde sacan esas zorras su audacia estos días, pero deberían saber que ThePornGuy nunca ha sido de los que hacen prisioneros ni de los que tienen la misericordia de no follarse a una tía directamente hasta el país de los sueños con las piernas arqueadas.

    Bien, amigos. Es hora de dejarse de cháchara e ir directamente al grano. Así que echad un vistazo a esta reseña de Ohmy.ca que tengo aquí y prosperad como el PornDude cada vez que entre en contacto con patos imbéciles que han visto más mierda de la que un camión de aguas residuales puede vaciar en un año.

¡Oh, mis ovarios, mis gónadas y mis pelotas!

    ¿Has oído hablar de Craigslist? Pues OhMy.ca es igual. Sí, los dos son mercados en línea donde se puede comprar, vender, intercambiar e intercambiar de todo, desde tu cubo de semen favorito hasta ropa interior usada. Joder, he visto un anuncio en OhMy.ca de una boa constrictor de metro y medio que se vende por $500, gastos de envío incluidos, y ese es el tipo de serpientes con las que no quieres joder. Sin embargo, las BBC y las anacondas están bien, sobre todo porque prefieren hibernar en coños receptivos y culos llorones.

    OhMy tiene una ventaja sobre Craigslist y es que admite anuncios clasificados para adultos. Así que, si estás buscando sitios donde puedas comprar y vender todo lo que se te antoje, y también conseguir chicas por cantidades razonables o gratis, entonces OhMy.ca parece encajar a la perfección.

    Este sitio tiene un diseño sencillo y colorido y es fácil de manejar. Las opciones de inicio de sesión, registro y publicación de anuncios llenan la parte superior de la página de inicio y hay una barra de búsqueda que se puede utilizar para buscar diversas categorías de cosas en diversas partes de Canadá y otros países.

    Puedes registrarte gratis aquí con tu cuenta de Google con un solo clic y eso'se agradece. Si te registras, puedes intercambiar mensajes con otros miembros, publicar anuncios, pagar fácilmente por cosas y cosas por el estilo. Si bajas un poco por la página de inicio, verás una pequeña selección de artículos a la venta, desde pájaros hasta gatitos. Sigue desplazándote y verás una exhaustiva selección de categorías.

    La parte inferior de la página de inicio alberga la sección de categorías para adultos, y la oferta abarca desde acompañantes masculinos y femeninos hasta trans, además de expertos en BDSM, strippers, masajistas exóticos, encuentros casuales y citas. Pero, por supuesto, no hay nada como las citas en sitios como éste, y cualquier chica que diga que quiere una cita seguirá cobrándote por ello y seguirá abriéndose de piernas para que la llenes de tu mejor colección de fluidos variados.

    Una cosa que vale la pena mencionar es que OhMy cubre muchos países. Pero el alcance de ese apoyo varía y Canadá es, por razones obvias, el centro de atención. ¿Tu culo no es canadiense? ¡Que te den, cabrón!

    Y, aunque en general no hay publicidad, hay bastante spam.

Tu dinero o tu semen

    La tarifa media de las escorts aquí ronda los $200 por hora, más o menos, lo que parece razonable y comparable a lo que se puede encontrar en Estados Unidos. Pero algunas ofrecen media hora de diversión por menos que eso y una vieja zorra incluso anunciaba mamadas por $50 cada una. Así que estoy bastante seguro de que, independientemente de cuánto lleves en la cartera, vas a encontrarte con una chica que tiene lo que necesitas al precio adecuado.

    Jaime es la mujer BJ de la que estoy hablando y es una prostituta de 48 años con una página de perfil llena de fotos en topless que ponen sus tatas 44DD en plena exhibición. Ella tiene un total de 4 otros anuncios en este sitio y que por decirlo suavemente no es aceptable. Será mejor que no le enseñéis este anuncio de Toronto a ThePornDude, ¡o se meará encima porque es alérgico a las tetas más grandes que la talla A!

    ¿Te gusta la canela? Pues en OhMy.ca hay una grande y flácida que pide $300 por hora y $580 por 2 horas. Media hora con esta jovencita de 22 años cuesta $200, pero no te dejará correrte dentro o encima de ella, ¡ni pondrá su culo en juego para que abras lo suficiente como para que sus neuronas se hagan visibles! Juego con juguetes, masajes y servicios completos es lo que ofrece Cinnamon, pero hay un límite decidido a lo que hará que sus tarifas no reflejan.

¡Oh My Cum-Tickling Wench!

    Y la mayor pregunta de todas está a punto de ser respondida. Ten paciencia conmigo un rato y verás saciada tu curiosidad.

    Los perfiles de las escorts en OhMy.ca son lo suficientemente detallados y coloridos. Vienen equipados con presentaciones de diapositivas de calidad aceptable y la disposición general de la información es bastante agradable. El aspecto del perfil también se puede ajustar según las preferencias del usuario y hay algunos perfiles con vídeos.

    Ahora, hablemos del elefante en la habitación: la calidad. Las escorts de este sitio son en su mayoría de calidad media. Peor aún, no hay forma aparente de verificarlas y eso significa que no puedes saber si son lo que dicen y parecen.

    Sin embargo, las escorts de OhMy pueden ser revisadas, lo que debería proporcionar una forma de filtrar lo mejor de lo peor y las estafas de lo real. Cualquiera puede escribir estas reseñas y no es necesario registrarse en el sitio para hacerlo. Sin embargo, encontrar perfiles de escorts con reseñas aquí es una tarea un poco imposible.

Lo que ThePornGuy piensa de OhMy

    ¿Esperas una buena recomendación para OhMy? Entonces le auguro muchas decepciones.

    Este mercado online de escorts tiene mucho potencial, pero no es suficiente, y no parece que se tome en serio ni siquiera acercarse a serlo. El mayor problema aquí es la gran falta de chicas de calidad, con su servidor está dispuesto a perdonar un sitio descuidado lleno de escorts de gran calidad, pero no un sitio lo suficientemente bueno con twats de mala calidad.

    ¿Has oído hablar de OhMy? Pues bórralo de tu memoria y vete a poner en tu mano derecha un buen trozo de carne bien engrasada, frenéticamente retorcida y ávida de ordeño.